La tecnología, así como la vida, nos enfrenta día a día a riesgos y nos obliga a tomar decisiones, el fundador de Facebook Mark Zuckerberg nos dice: “El mayor riesgo es no tomar ningún riesgo. En un mundo que cambia realmente rápido, la única estrategia que tiene garantizado fracasar en no tomar riesgos.”
La mayoría de las estructuras empresariales consideran que todas las áreas son importantes para el funcionamiento de sus procesos, con frecuencia se mencionan la dirección, la gestión de los recursos humanos, la producción, las finanzas, el marketing y las ventas cómo aquellas que deben ser apoyadas fuertemente por las tecnologías, pero va a depender del tamaño de las organizaciones darle la relevancia a cada una de ellas, tomando en consideración la naturaleza de su actividad y las sus propias necesidades particulares.
Las tecnologías pueden ayudar y mejorar la eficiencia mejorando los procesos, cubriendo necesidades esenciales de cada día de una manera más ágil, la variedad en la gama de negocios que han emergido en los últimos años, los cambios sociales que se han producido por eventos como la pandemia han impulsado la aparición de numerosas innovaciones tecnológicas, que se han venido intensificando de manera notable en estos tiempos.
Pero no debemos perder de vista que este ha sido un proceso evolutivo y cada salto evolutivo ha significado enfrentarse a nuevos riesgos que se han agregado a los que ya existían, hemos pasado desde los sistemas que soportaban y resolvían aisladamente los temas más operativos (la contabilidad, las remuneraciones, los sistemas de control financiero, entre otros), a plataformas que integran funciones, por ejemplo los softwares de recursos humanos que además de las nóminas de sueldos, manejaban los planes de capacitación, los sistemas de calificaciones y de incentivos, o como los sistemas ERP (Enterprise Resources Planning o Planificación de Recursos Empresariales) que nos ayudan en la automatización y administración de procesos en diferentes áreas: operaciones, finanzas, servicios entre otras.
Hoy estamos mucho más allá, siguiendo el ejemplo en el ámbito de los recursos humanos, en paralelo con lo anterior se comenzaron a masificar las plataformas que con la tecnología acompañan un sistema metodológico, ayudando en las evaluaciones de desempeño, reforzando ciertas áreas como el de gestión de personas, clima y talento, permitiendo medir el clima de la organización y obtener información confiable para la toma de decisiones, promover una cultura de reconocimiento y a partir de los resultados aplicar los planes de acción respectivos llevando el control y progreso de ellos.
De la misma manera en todas las áreas mencionadas anteriormente (la dirección, la producción, las finanzas, el marketing, las ventas y otras). Aplican nuevas formas de innovación, con nuevas ideas de productos, aplicando tecnología, desarrollando software y soporte técnico para el manejo de datos e información.
Los riesgos tecnológicos existen y se puede definir como cualquier fallo de los sistemas utilizados que interrumpa el funcionamiento de una organización, con ellos sobrevienen pérdidas financieras y daños en la imagen entre otros. Para ello es fundamental contar con una estrategia de gestión y prevención del riesgo tecnológico, con el objetivo fundamental de anticiparse a las diferentes incidencias que puedan presentarse, identificando amenazas y creando acciones de contingencia.
Entre los riesgos tecnológicos más comunes podemos enumerar:
- Falla en el equipamiento y servicios que soportan la tecnología: Fallas de servidores, falta de suministro eléctrico, cortes en los sistemas de conectividad y comunicaciones.
- Mal funcionamiento en los aplicativos: ejecución errónea o defectuosa de los procesos, caídas ante situaciones de borde, etc.
- Indisponibilidades o malfuncionamiento causados por ataques cibernéticos o infecciones por virus.
- Fugas de información por fallas en la seguridad, pérdida o adulteración de la información crítica del negocio.
- Sufrir de fraudes tecnológicos que afectan a las empresas y los usuarios/clientes de ellas, a través de secuestro de credenciales o claves, clonaciones, phishing y pharming.
Esta lista no es exhaustiva porque en la medida que la tecnología evoluciona también cambian los riesgos y las formas de cómo se presentan, pero debemos recordar : “El mayor riesgo es no tomar ningún riesgo. En un mundo que cambia realmente rápido, la única estrategia que tiene garantizado fracasar en no tomar riesgos.”
En ITPS Gestión contamos con un equipo de profesionales con amplios conocimientos en tecnología de la información que podrán orientarte en las soluciones que tu empresa necesita y, asesorarte en la adopción de nuevas tecnologías, mitigando los riesgos que su propia implementación conlleva. Contáctanos….